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martes, 25 de mayo de 2010

The Road: caminando hacia el sur


Dice Gianni Vattimo en su Ética de la Interpretación que la perversión de la razón en la modernidad dio lugar a una contrautopia cuya manifestación cinematográfica es el cine postapocalíptico, justo como es el caso de The Road, film basado en la novela existencialista de Cormac McCarthy, donde la posmodernidad se torna en imágenes.

Un padre y su hijo emprenden un viaje para salvarse de la devstación que produjo el fin del mundo, el norte no es más habitable, la flora y la fauna está muriendo, los pocos sobrevivientes luchan contra el hambre, el frío y contra sí mismos. El niño de hecho nació después de la debacle, la madre había intentado abortarlo, de hecho el abandono de la madre marca el inicio de la caminata hacia el sur, sólo en el sur hay esperanza, como en muchos otros filmes posapocalípticos, la tecnología acabó con el planeta, la racionalidad moderna tomó una contrafinalidad -siguiendo a Vattimo- traicionando a la humanidad a la cual debería estar supeditada. Tal vez no sea una metáfora conciente, pero el espectador empáctico puede llegar a sentir la necesidad de ir hacia el sur donde hay una posibilidad de supervivencia. El Sur geográfico en el caso del film, pero también el Sur político donde la modernidad y la teconología no hiceron tanto de la suyas.

A lo largo del camino, la pareja va encontrando una serie de contratiempos que ponen en peligro su integridad y su vida, sobre todo "hombres malos" personas que han perdido toda humanidad, se dedican no sólo a saquear a los caminantes, sino incluso recurren a la antropofagia y se da por sobrentendido con el abuso sexual previo (la mayoría de ellos son actores con el prototipo anglosajón). El padre le dice constantemente al hijo que debe mantenerse vivo, pero si por caso cayeran en manos de los "hombres malos" debe recurrir al suicidio, por eso cargan con una pistola, que primero tenía 2 balas para ambos, pero a raíz de un altercado sólo ha quedado una bala que el padre cederá a su hijo en caso de peligro y previo su sacrificio. 

El niño ha llegado a pensar que no existen personas buenas, con las cuales se pueda simplemente platicar o jugar, el padre no lo desmiente para que siga alerta y desconfiando de los demás, pero el niño tiene sus dudas lo que él siente y las actitudes generosas de su padre le demuestran lo contrario. Finalmente conocen a un bondadoso anciano, el niño le insiste a su padre que deben ayudarlo ¿de qué sirve la vida si no ha posibilidad de convivir? al día siguiente se alejan del anciano. En otro momento un hombre (que es afroamericano por cierto) los roba sin hacerles daño, el padre recupera lo suyo, pero recurre a una pequeña venganza que el hijo inisiste no lo haga, la voz del niño hace recapacitar al padre aunque es demasiado tarde, el hombre se ha ido.

El padre ha dicho al niño que ellos llevan dentro un fuego que los impulsa a seguir adelante intentando sobrevivir y con esperanza, el niño asocia este fuego con la gente buena. Aun en un mundo caótico y pervertido, conviene confiar en los demás y esperar algo del futuro, por su parte el padre sigue lidiando con su pasado, intenta incluso cerrar el círculo deshaciéndose de las cosas que lo ligaban a su esposa.

Había una ligera esperanza al llegar a la costa, el mar significa un poco contradictoriamente: plenitud y vacío, es inicio y límite, de cualquier modo como diría Monguin, es una metáfora de la modernidad con sus incertidumbres y sus falsas esperanzas ¿qué hay del otro lado del mar? pregunta el niño a su padre: nada responde este, luego reflexiona un poco y corrige - tal vez haya otro padre con su hijo mirando hacia el mar como lo hacemos nosotros. La alegoría del espejo, del soñador soñado, la esperanza es el reflejo de nosotros mismos.

Ahí mismo en la playa, el padre comienza a enfermarse, el mismo intuye que está por morir dice - es lo que esperaba desde hace tiempo, el encuentro con el vagabundo que les robó fue el inicio del fin, quizá está arrepentido de su comportamiento, vuelve a recomendar a su hijo que se mantenga alerta. con la pistola preparada, que siga haciendo todo igual como lo han venido haciendo, que siga su camino hacia el sur.

Finalmente el padre muere, el hijo se queda a velarlo al parecer sin ningún proyecto específico, hasta que aparece un hombre, el niño se alerta, el desconocido le dice que baje el arma, el niño le comenta que su padre le recomendó no soltarla por nada del mundo, que desconfie, el hombre le plantea sus dos opciones: seguir solo o acompañarlo a él y su familia, su esposa y dos niños; puede ser una mentira sugiere el niño, lo cual implicaría su aniquilación, el hombre le dice que es un riesgo que debe correr. Al final era cierto, la esperanza está más viva que nunca, el niño tiene una familia y un camino que recorrer.

La moraleja es obvia, ante la desconfianza en el otro, es mejor arriesgar que estar solo ¿será una sugerencia que alcance para superar la posmodernidad? 

Ficha Técnica:
The road (2009)
Distribuidora: Wide Pictures
Director: John Hillcoat
Guión: Joe Penhall
Música: Nick Cave, Warren Ellis
Fotografía: Javier Aguirresarobe
Actúan: Robert Duvall (el anciano), Charlize Theron (la esposa), Viggo Mortensen (el hombre), Molly Parker (mujer maternal), Guy Pearce (el veterano), Garrett Dillahunt (miembro de la banda), Kodi Smit-McPhee (el chico).

Bibliografía:
McCARTHY, Cormac, La carretera, Mondadori, Barcelona 2007 (Ganador del Premio Pulitzer de ficción en 2007).
MONGIN, Oliver, El miedo al vacío. Ensayo sobre las pasiones democráticas, FCE, México, 1993.
VATTIMO, Giani, Ética de la interpretación, Paidós, Barcelona, 1991, pp. 95 a 112 (Utopía, contrautopía, ironía)