Dirigida (muy bien dirigida) por Chris Weitz. Cuenta la historia de un inmigrante ilegal mexicano (representado –de manera excelente- por Damián Bichir), quien debe enfrentarse a todo para educar a su hijo rebelde y recuperar su camioneta robada. El único problema de la película es que no es creíble, por los diálogos asignados al protagonista, que éste fuese una persona pobre y con mala educación. Creo que se habría producido un mejor efecto dramático si el personaje central hubiese sido una persona con una “mayor cultura” que correspondiera así con los diálogos y con sus creencias expresadas en el film. No olvidemos que el efecto dramático no se genera de buenas a primeras, debe ser pensada. Para reflexionar: el hijo termina por educarse gracias al sacrificio de su padre (una educación en la distancia, basada en el ejemplo, tal como lo propuso Sócrates ante Critón); igualmente, esta película permite comprender la situación trágica de millares de inmigrantes ilegales en todo el mundo. Excelente película. La recomiendo ampliamente.
Andrés Botero Bernal
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