Con la dirección de Andrés Baiz. Trata de una pareja de esposos españoles que viven en Colombia, pero ella, para darle una lección a su pareja, se encierra en un cuarto especial de la casa. El problema radica en que ella pierde la llave para poder salir y queda así encerrada esperando que la nueva novia de su compañero la libere. El guion, propio delgénero de suspenso, es bueno (con ciertos momentos poco creíbles, eso sí). Atrapa al espectador. Además, el sonido y el manejo de cámaras son meritorios. Culmino señalando que ya era hora que aparecieran películas de formato comercial por fuera de la línea ya muy trillada de los filmes colombianos de los últimos años: narcotráfico, conflicto armado y prostitución. Esta película, por su formato comercial-suspenso, no fue hecha para provocar reflexiones en el espectador, aunque éste pueda hacerse algunas preguntas sobre los límites que hay al momento de decidir estar con alguien (¿hasta dónde llega el límite de lo correcto cuando quiero estar con alguien?). La recomiendo, pues entretiene, porque logra crear suspenso, por sus méritos artísticos, y, especialmente, porque se sale de lo típico de las producciones cinematográficas colombianas.
Andrés Botero Bernal
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